Un Pastor misericordioso
Calixto, figura compleja y debatida de la Iglesia de los primeros siglos, nació en Roma en la segunda mitad del siglo II, en el seno de una familia cristiana en condición servil. Aún joven, fue esclavo al servicio de un rico cristiano llamado Carpóforo, vinculado a la corte imperial. Gracias a su espíritu emprendedor y a cierta habilidad para los negocios, Calixto fue encargado de gestionar una actividad financiera que funcionaba como depósito y casa de cambio, frecuentada en su mayoría por correligionarios. Sin embargo, su carrera se vio truncada a causa de operaciones especulativas fallidas que lo llevaron a la ruina económica.