Una vida marcada por la Pasión de Cristo
La figura de Cristo sufriente representó el núcleo silencioso, pero poderoso, de su existencia espiritual, la fuerza interior de su celo apostólico y la chispa de la que nació la misión de la comunidad religiosa que fundó. No cabe duda de que san Pablo de la Cruz es el santo de la Pasión de Jesucristo.