Entrevista al ingeniero Salvatore Farina sobre el papel de la Dirección de Infraestructuras y Servicios en las últimas intervenciones edilicias
Cincuenta obras en curso
No cabe duda de que los prestigiosos palacios, estructuras y edificios del Vaticano requieren continuas intervenciones de carácter conservativo y, en ocasiones, también más incisivas.
Ha sido el caso de los cuarteles de la Gendarmería y de la Guardia Suiza Pontificia en Castel Gandolfo, así como de la instalación de la cubierta fotovoltaica en el Patio de las Corazas en los Museos Vaticanos y en el almacén de la Vignaccia en los Jardines Vaticanos. De todo ello se ocupa la Dirección de Infraestructuras y Servicios del Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, como explica en esta entrevista para www.vaticanstate.va el Director, el ingeniero Salvatore Farina.
¿Qué papel ha desempeñado su Dirección en la reorganización de los Palacios de las Villas Pontificias?
La Dirección de Infraestructuras y Servicios actuó con prontitud ante la necesidad de reactivar todas las estructuras en torno a las Villas Pontificias de Castel Gandolfo, como el Palacio Apostólico y Villa Barberini. Los edificios que requirieron más intervenciones fueron los dos cuarteles: el de la Guardia Suiza Pontificia y el de la Gendarmería. No solo llevaban casi quince años sin utilizarse, sino que tampoco estaban dotados de aquellos servicios e instalaciones que hoy son de uso común, como el aire acondicionado, y precisaban asimismo la renovación del sistema de calefacción con calderas que era necesario regenerar. Existían espacios old style con formatos superados, como grandes dormitorios comunes. Ha sido como comenzar una construcción desde cero, aunque existieran ya los muros. Se trató de una extensa reestructuración de ambos cuarteles, con intervenciones de carácter incisivo. Ello se llevó a cabo en tiempos rapidísimos, en el lapso de cuatro semanas, trabajando en turnos de 24 horas.
Había una media de 30 operarios al día en el cuartel de la Guardia Suiza Pontificia y 15 en el de la Gendarmería, aplicando todos los criterios de seguridad y el compromiso del personal conforme a la normativa vigente. El resultado se orientó a la conservación de los bienes arquitectónicos y, al mismo tiempo, a una profunda renovación con los objetivos de ahorro energético, sostenibilidad medioambiental y bienestar del personal: climatización con bombas de calor, red de datos y wifi, nueva instalación eléctrica, mayor número de servicios higiénicos y duchas, equipamientos modernos para las cocinas.
El papel de nuestra Dirección fue el de proyectar, definir y aplicar los procedimientos de adjudicación, dirigir las obras, coordinar la seguridad, así como intervenir con nuestros técnicos en apoyo y supervisión de las empresas adjudicatarias. Iniciamos los trabajos el 8 de junio, tras los procedimientos realizados en mayo, y ambos cuarteles se entregaron completamente listos el 30 de junio.
¿Qué tipo de apoyo ofrecen a la Dirección de las Villas Pontificias?
El apoyo ofrecido a las Villas Pontificias es constante. No se limita únicamente a los trabajos en los dos cuarteles y en los edificios. Es evidente que, con la presencia durante el verano y las visitas ocasionales del Papa León XIV a Castel Gandolfo en los restantes periodos del año, para la Dirección de las Villas Pontificias aumentan las tareas en toda el área de su competencia. Podemos afirmar que las Villas Pontificias disponen de un número mínimo de trabajadores para la gestión ordinaria. La Dirección de Infraestructuras y Servicios del Gobernación es, en cambio, responsable de las intervenciones extraordinarias en la manutención y en las instalaciones, pero proporciona, cuando se solicita, colaboración técnica con personal especializado, como electricistas, fontaneros, ebanistas, tapiceros y pintores.
Además de los trabajos ya mencionados, concluidos a finales de junio pasado, contamos con una serie de obras en fase de realización, tales como la renovación de las centrales térmicas, los nuevos sistemas de climatización, los postes de recarga eléctrica, las nuevas subestaciones eléctricas de media tensión, las instalaciones contra incendios, entre otros.
¿Cómo afrontan la planificación de la manutención ordinaria y extraordinaria?
Es un tema de gran importancia, porque en un Estado pequeño como la Ciudad del Vaticano, pero con edificios de valor histórico incalculable, revisten gran relevancia tanto la manutención ordinaria como la extraordinaria. Ambas deben abordarse en paralelo, es decir, manteniendo siempre en curso una manutención extraordinaria que respalde la ordinaria. Contamos con una programación de intervenciones más incisivas, no simples sustituciones de cuerpos de iluminación, sino, por ejemplo, la renovación de un tramo del anillo de calefacción o el tratamiento de impermeabilización de las terrazas de los tejados.
Así pues, manutención extraordinaria y ordinaria avanzan de la mano y ambas deben ser programadas. La ordinaria, que es preventiva, constituye un desafío, ya que siempre es necesario intentar intervenir antes de que se agote la vida útil de un componente o de que se produzca un desgaste excesivo de las estructuras. El objetivo, por tanto, es prevenir. Debe tenerse en cuenta que durante los años de la Covid-19 hubo una ralentización y se acumuló un ligero retraso que estamos recuperando gradualmente. La programación resulta esencial: establecer un cronograma a medio y largo plazo que prevea el empleo de los recursos humanos y financieros modulados según los tiempos y las prioridades, y no ligado a situaciones de emergencia o iniciativas individuales.
¿Qué competencias considera fundamentales en un equipo de infraestructuras y servicios?
Somos una gran familia de acción y de trabajo, la más numerosa del Gobernación desde el punto de vista técnico. Contamos con aproximadamente 300 personas; de ellas, 80 son ingenieros, arquitectos, agrimensores y peritos. Después están los ejecutivos, es decir, los técnicos altamente cualificados y los operarios. Son estos últimos la “primera línea”: los que intervienen directamente en las instalaciones y ejecutan los proyectos de infraestructura.
Todos desempeñan un papel importante, desde el Director —que es un servidor en el sentido de tener la responsabilidad de la planificación, de las estrategias a medio y largo plazo, del control, así como del cuidado y crecimiento del personal en todos los niveles— hasta cada uno de los operadores. En mi opinión, las competencias fundamentales que se requieren a un individuo y a un equipo de la Dirección de Infraestructuras y Servicios abarcan tres ámbitos distintos: técnico, organizativo y valorativo.
El primero es la competencia técnica: el ingeniero que proyecta, o el técnico y el operario que ejecutan los trabajos, deben conocer bien la materia, de lo contrario se corre el riesgo de fracasar.
El segundo concierne a las capacidades organizativas de los mandos intermedios, de los jefes de equipo e incluso de los propios operadores. Esta competencia es fundamental, porque si se cometen errores en los tiempos, prioridades o procedimientos de aprovisionamiento de materiales, se corre el riesgo de incurrir en retrasos.
El tercer ámbito —el más importante— es el conjunto de valores ético-morales que constituye la base de todo y favorece la participación, la colaboración, el trabajo en equipo y la motivación. Debemos operar siempre para alimentar y potenciar los valores y la ética, sin dejar a nadie atrás, en conformidad con los ideales cristianos.
Personalmente, como Director, estoy muy satisfecho con el rendimiento y la colaboración de todo el personal a mi cargo, pero continúo en el compromiso cotidiano dirigido a mejorar aún más sus competencias y motivación. Somos una familia que crece unida. Somos humildes ejecutores y procuramos actuar con visión y competencia.
¿Qué papel atribuye a la sostenibilidad medioambiental y social en su trabajo?
Un papel fundamental. Tanto las reestructuraciones como las nuevas obras y los servicios que se licitan deben responder a los criterios de sostenibilidad medioambiental y de correcto empleo de los recursos humanos. Es importante ejecutar los trabajos con materiales sostenibles y con respeto al medio ambiente.
Como ejemplos, baste recordar la instalación fotovoltaica en la entrada de los Museos Vaticanos, los postes de recarga eléctrica, la instalación fotovoltaica en la cubierta del almacén de la Vignaccia, recién concluida, que por sí sola produce 250 kW de pico de electricidad limpia sobre un tejado que antes estaba inutilizado.
La sostenibilidad social también es sumamente importante. Prestamos especial atención al perfil de las empresas inscritas en el registro que participan en nuestros procedimientos de adjudicación. Verificamos la correcta aplicación de los contratos para evitar, por ejemplo, subcontrataciones no autorizadas; comprobamos que los operarios estén formados, que dispongan de los dispositivos de protección individual y que la obra cumpla todas las normas vigentes. Siempre, en todas las intervenciones complejas, además del responsable de seguridad de cada empresa (RSPP), como sucede, por ejemplo, en las obras de los cuarteles de la Gendarmería o de los bomberos, garantizamos la presencia de un coordinador de seguridad en fase de ejecución como medida de supervisión y garantía del cumplimiento de la normativa.
¿Cuáles son las próximas intervenciones previstas que implican a su Dirección?
Actualmente hay cincuenta obras en curso, y muchas otras se han completado recientemente. Entre estas últimas recuerdo la impermeabilización de la Torre de los Vientos, la renovación de la escuela de canto de la Capilla Sixtina, la sustitución de los ascensores del Aula Vieja del Sínodo, la finalización de la reestructuración de la Escala Regia en la salida del Brazo de Constantino, la nueva central frigorífica del Mayordomado, la restauración de los basamentos de las estatuas en los Jardines Vaticanos y la instalación de nuevas subestaciones eléctricas en las Villas Pontificias, además de las ya mencionadas intervenciones en Castel Gandolfo y en las instalaciones fotovoltaicas y de recarga eléctrica.
Se encuentran en curso, en particular, grandes proyectos, como el cuartel de la Gendarmería y el cuartel de los bomberos. Se trata de obras plurianuales, como en el caso del cuartel de la Gendarmería, que estará listo a finales de junio de 2026. También prevemos intervenciones en los Museos Vaticanos, como la renovación de los sistemas de acondicionamiento y climatización en las Galerías y en la Pinacoteca. En particular, estamos renovando todos los sistemas de seguridad de los Museos.
En 2026 se sustituirán los cerramientos de las Logias del Palacio Apostólico, que tras 150 años presentan evidentes signos de desgaste. Está asimismo en marcha el importante proyecto de reclasificación de la iluminación en el Aula Pablo VI, con cuerpos iluminantes tecnológicamente avanzados y un notable ahorro energético.
Continuarán las intervenciones en materia de energía fotovoltaica para proseguir el camino de sostenibilidad medioambiental y ahorro energético. Está prevista la renovación de toda la red hidráulica contra incendios y la redistribución del agua potable desde dos puntos de acceso en lugar de uno, cuya ejecución parcial ya está en marcha. En los Jardines Vaticanos se prevé renovar los sensores y digitalizar su control para una gestión más automatizada. No deben olvidarse las renovaciones en partes del Palacio Apostólico y otros edificios, como la Casa Santa Marta y las tres basílicas papales, donde existe un programa plurianual de renovación de instalaciones, fachadas y estructuras.
Hay, por tanto, mucho trabajo por delante, pero ello no nos intimida; al contrario, somos plenamente conscientes de que, bajo la guía de los Órganos de Gobierno, con la eficaz colaboración de las demás Direcciones y, sobre todo, con el compromiso de todo el personal de la Dirección de Infraestructuras y Servicios, seremos capaces de alcanzar todos los objetivos establecidos al servicio de la Santa Sede.
