Un monje enviado por el Papa Gregorio Magno para evangelizar a los paganos. Llegó a ser el gran reevangelizador de la antigua Britania y, al mismo tiempo, el primer arzobispo y primado de Inglaterra. Es San Agustín de Canterbury, conocido en el mundo por el nombre de la abadía que él mismo fundó y en la que fue sepultado.
Virgilio, nacido en Irlanda en el siglo VIII, pertenecía a la tradición de los monjes itinerantes que abandonaban su tierra para emprender largos peregrinajes religiosos. Partió hacia el año 743 con la intención de llegar a Palestina, pero interrumpió el viaje.
Evaristo es tradicionalmente considerado el quinto Obispo de Roma, sucesor directo de san Clemente I, según las listas episcopales transmitidas por Ireneo de Lyon y Eusebio de Cesarea. En algunas variantes de dichas listas, que sitúan a Anacleto/Cleto después de Clemente, Evaristo aparece como su sucesor inmediato.
«Dios ama a los pobres y, por consiguiente, ama a los que aman a los pobres». Así repetía San Vicente de Paúl a sus colaboradores. Nacido en Pouy, un pueblecito de las Landas francesas, el 24 de abril de 1581, en el seno de una familia de campesinos, nunca olvidó que de niño fue guardián de cerdos y vacas. Su padre le envió a estudiar a Dax, al internado de los Cordeliers, dirigido por los franciscanos, con la esperanza de que pudiera adquirir una educación que ayudara a completar los ingresos familiares.
Descubrió el camino más fácil, breve y seguro para llegar a Jesucristo y permanecer fiel a las promesas del bautismo: la Virgen María. Así, San Luis María Grignion de Montfort propuso a los fieles la consagración a Jesús por medio de la Madre de Dios. Escribía en su célebre Tratado de la verdadera devoción a María: «Por medio de la Santísima Virgen María vino Jesucristo al mundo, y es también por medio de ella como debe reinar en el mundo».
En la Legenda Aurea de Jacobo de la Vorágine se narra un episodio que testimonia las numerosas conversiones obradas por san Agustín y su decidida victoria contra la herejía. Según el relato, algunos cristianos le invitaron a sostener un debate público sobre cuestiones de fe con un sacerdote maniqueo llamado Fortunato, que por aquel entonces predicaba en Hipona.
«Como no podemos saber qué es Dios, sino más bien qué no es, no podemos investigar cómo es, sino más bien cómo no es». Así escribía Santo Tomás de Aquino. Nació en 1225 en Roccasecca, provincia de Frosinone, en el seno de una de las familias más importantes de Italia. Al ser el menor de la familia, fue destinado a la vida eclesiástica y, a los cinco años, ingresó en Montecassino como uno de los pueri oblati. A los quince años, comenzó sus estudios en la Universidad de Nápoles, donde se formó en filosofía aristotélica, gramática, ciencias naturales, ciencia árabe y filosofía griega.
Víctor fue el primer Papa africano de la Iglesia de Roma. Durante su pontificado, el emperador Cómodo suspendió las persecuciones contra los cristianos y se reunió con el Papa. En aquella ocasión, Víctor le presentó una lista de cristianos condenados a trabajos forzados en las minas de Cerdeña. Cómodo ordenó su liberación, lo que marcó el primer caso en que el Imperio mantuvo un trato oficial con la Iglesia y con el Obispo de Roma (año 190).
«Hemos perdido el camino de la paz. Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de millones de vidas en las guerras mundiales. Hemos incumplido los compromisos asumidos como Comunidad de Naciones y estamos traicionando los sueños de paz de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes.
No se tienen noticias ciertas sobre la vida de Emilio. La tradición lo sitúa en torno al siglo I y lo identifica como obispo de Cagliari.
San Jacobo de la Marca, nacido como Domenico Gangale el 1 de septiembre de 1393 en Monteprandone, en la región de Ascoli, pasó su juventud dedicado al estudio. Asistió primero a las escuelas de Ascoli Piceno y posteriormente a la Universidad de Perugia, donde obtuvo el grado en Derecho civil y canónico.
Los dos apóstoles Simón y Judas Tadeo están unidos por la misma festividad. Es posible que el motivo se deba a su apostolado común en Mesopotamia y Persia, donde fueron a proclamar el Evangelio. No tenemos mucha información cierta sobre ellos, lo que sabemos es lo que se encuentra en el Nuevo Testamento.
San Wenceslao es una de las figuras más significativas en la historia de la cristianización de Europa Central. Hijo del duque Vratislao I de Bohemia y primogénito, creció en un contexto de profunda transición cultural y religiosa: Bohemia era entonces una tierra donde el cristianismo se iba difundiendo lentamente entre tradiciones paganas aún muy arraigadas.
Una mujer que se consumió en el amor a la Iglesia, que entregó todas sus energías a sus miembros, comenzando por el Sucesor de Pedro, los obispos, los sacerdotes, los consagrados y los laicos. Esta es Catalina de Siena, proclamada por Pablo VI en 1970 Doctora de la Iglesia, siendo la segunda mujer en recibir tal título, después de Santa Teresa de Jesús.
La celebración del martirio de San Juan Bautista en la Iglesia latina tiene orígenes muy antiguos. Se encuentran testimonios ya en el siglo V en Francia y en el siglo VI en Roma, y está vinculada a la dedicación de una iglesia erigida en Sebaste, en Samaría, en el lugar que se creía era el sepulcro del Precursor de Cristo.
Marta, María y Lázaro eran hermanos. Cuando hospedaron al Señor en Betania, Marta lo sirvió con esmero y María lo escuchó con devoción; con sus oraciones pidieron la resurrección de su hermano.
«Según nos transmitieron los Padres, sabemos que su pasión no se produjo el mismo día, pero el día en que Pablo sufrió el martirio coincidió con el natalicio de Pedro. Por natalicio no entiendo el día en que salió del vientre de su madre hacia la vida terrena, sino aquel en que salió de los lazos del cuerpo hacia la luz de los ángeles.
Las principales informaciones sobre la vida de Saturnino proceden de la Passio Saturnini, un texto anónimo compuesto hacia mediados del siglo V, redactado aproximadamente doscientos años después de su martirio. Según este relato, Saturnino habría llegado desde África y alcanzado Tolosa hacia el año 250, durante el consulado de Decio y Grato, donde fue elegido como guía de la comunidad cristiana local.
San Honorato es una figura central en la historia de la Iglesia vercelense, recordado por su profunda espiritualidad, su entrega al servicio eclesial y el vínculo privilegiado que le unió a dos grandes santos: Eusebio y Ambrosio. Originario de la comunidad monástica fundada por San Eusebio en Vercelli, Honorato fue su discípulo y compañero de exilio durante las persecuciones arrianas. Aquel ambiente ascético y formativo le preparó para desempeñar un papel destacado en la vida de la Iglesia.
Anunciadores de los misterios de Dios
Contemplativos de la gloria de Dios y mensajeros de la Buena Nueva. Así son los tres Arcángeles que se celebran el 29 de septiembre. Sus nombres reflejan su misión, no su naturaleza. Son los mensajeros del Señor, encargados de anunciar su voluntad, y forman parte, junto con los Santos, de la "multitud inmensa de adoradores del Dios viviente".
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