18 de agosto: San Agapito, mártir

Testigo de Cristo hasta el don de la vida

De San Agapito se sabe únicamente que murió mártir en Preneste (la actual Palestrina) y que su culto está documentado desde tiempos muy antiguos.

Es mencionado en diversos libros litúrgicos y, a unos dos kilómetros de Palestrina, aún se conservan los restos de una basílica dedicada a él, junto con una inscripción que lleva su nombre. Durante el siglo IX se erigieron numerosas iglesias en su honor. Está reconocido como patrono de la diócesis de Palestrina.

Nacido en la segunda mitad del siglo III en Palestrina (Roma), en el seno de una familia influyente, fue arrestado con tan solo quince años por profesar la fe cristiana, durante las persecuciones del emperador Aureliano, llevadas a cabo por el prefecto Antíoco.

Fue conducido al templo de la diosa Fortuna en Palestrina para ofrecer sacrificios a los dioses paganos, pero se negó con firmeza. Por ello fue condenado a ser arrojado a las fieras, que sin embargo no lo atacaron. Finalmente, el 18 de agosto del año 274, fue decapitado con una espada.

Su valentía, mostrada a pesar de su juventud, conmovió profundamente a la población, que comenzó a venerarlo. La catedral de Palestrina, que conserva sus reliquias, está dedicada a su memoria.